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30 octubre 2009

¿Feliz?



Happy de Leona Lewis, avance de su nuevo disco de 2009



Escuchar una canción, Happy de Leona Lewis, además de hacerme disfrutar un tipo de canción muy vocal y rítmica que me gusta tanto, me ha hecho pensar... si, como siempre.

Ese "ser feliz". Es extraño, porque muchas cosas en nuestra vida se guían por esta búsqueda de esa sensación. Muchas búsquedas, muchas metas se reducen a alcanzar esa sensación con su consecución.

No me refiero a la felicidad como un fin en si mismo, como algo etéreo, si no como ese premio, ese bienestar que se consigue cuando realizamos una meta o alcanzamos un sueño. Es difícil discernir si el premio de la sensación es el fin en sí mismo. Hablaría poco de nuestra superioridad intelectual y metafísica si todo queda reducido a un simple estado bioquímico cerebral dado por haber conseguido una serie de logros o de circunstancias externas a nuestra vida.

Luego la pregunta. ¿Cual es el motivo, el patrón auto-organizativo, la causa primera, el Dios o como quieras llamarlo o imaginarlo que hace que esa serie de circunstancias (amor, éxito, poder, estatus, realización...) en particular nos haga sentir así, nos mueva así. ¿Por qué a pesar de ser tan biológicamente similares, somos tan distintos en esos requerimientos, y la vez, a gran escala, tan iguales...? ¿Alguna pauta evolutiva a nivel de especie... una especie de programa director, cual pequeños nano-robots pero a gran escala, que como programación biológica tienen un conjunto de esquemas bioquímicos a bajo nivel y a alto nivel una huella a modo de subconsciente colectivo?

Y que motivo tenemos, como especie, como espécimen biológico, de sentir esta sensación, este leif motiv, porque el premio de la felicidad está claro en algunos casos, pero en otros no tanto, o puede que sí. Ese motor, del que no nos damos cuenta y nos dirige... a eso se limita todo, sin libre albedrío, destino, causa final ni pamplinas varias.

Respuestas, además de las que la ciencia pueda dar, que muchas veces, sobrepasado nuestro nivel cultural científico, no dejan de ser un acto de fé más, tenemos las nuestras propias, de nuestra metafísica de ir por casa, nuestras cabales respuestas que hacen que este día a día no carezca de sentido, hasta el punto que merece la pena seguir levantándose cada día y pagar las facturas, sin usar ese recurso de libertad que a todos nos queda, que no es más que dejar de ser libre.

Feliz, yo para ser feliz quiero un camión... ah no... eso no. Yo quiero volver al pasado y hacer aquello que no... ah no... eso tampoco... yo sé lo que quiero, que ya es bastante, pero el videoclip habla de que a veces tenemos que querer serlo sin eso que nos hará feliz... ¿no? Yo lo tengo muy claro.

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