Lo conocí allá por Septiembre, y lo he estado escuchando desde entonces. Me ha ayudado con mi italiano, y el estilo de este último disco me gusta bastante. En el facebook he linkado algunos vídeos suyos... y revisitando mi propio blog después de meses, me he dado cuenta que no había puesto nada.
Ante la perspectiva de que algún conocido italiano de mis nuevas amistades procedentes de las tardes de tándem de idiomas, lea el blog y decida retirarme la palabra por tener un video de la Pausini... intentaré compensar en la medida de lo posible poniendo uno de este señor poeta cantante. Desde la ignorancia más vaga, si se escribe sus propias canciones, un castizo olé a sus señoras "uove".
16 febrero 2012
Jeremy Lin's deal with the Devil
Tras irrumpir este último mes como un ciclón en el basket NBA, y por tanto, en el basket mundial, un aficionadillo como el que escribe, no se explica los motivos de esta eclosión.
Lo hace tan fácil, tan natural, sin un cambio en su físico apreciable, sin motivos aparentes más que un clic mental de confianza y/o de encontrar tu ambiente... que es difícil de comprender.
A estos niveles, cualquier pringaillo de la NBA es un dechado de virtudes físicas y técnicas, y las diferencias se marcan a un nivel táctico, de ajuste, y sobretodo, mental... o por lo menos eso digo yo a partir de lo que oigo que dicen los expertos.
Pero a pesar de ello, este chico ha roto, ha explosionado, ha despuntado... como quieras decirlo, de la nada al cielo, en una semana... que ya van para dos... y sigue sin dar indicios de ser flor de un día.
Por eso, la explicación más sencilla, que no más plausible, por mucho que le pese a Occam, es una ya antigua... bastante socorrida en casos como este de ignorancia, envidia exacerbada y falta de explicación fácil que no pase por el hecho de aceptar que alguién es mejor que uno mismo, encima se lo ha currado y probablemente haya tenido algún pequeño golpe de suerte.
El sencillo: "Ha hecho un pacto con el diablo"
Lo hace tan fácil, tan natural, sin un cambio en su físico apreciable, sin motivos aparentes más que un clic mental de confianza y/o de encontrar tu ambiente... que es difícil de comprender.
A estos niveles, cualquier pringaillo de la NBA es un dechado de virtudes físicas y técnicas, y las diferencias se marcan a un nivel táctico, de ajuste, y sobretodo, mental... o por lo menos eso digo yo a partir de lo que oigo que dicen los expertos.
Pero a pesar de ello, este chico ha roto, ha explosionado, ha despuntado... como quieras decirlo, de la nada al cielo, en una semana... que ya van para dos... y sigue sin dar indicios de ser flor de un día.
Por eso, la explicación más sencilla, que no más plausible, por mucho que le pese a Occam, es una ya antigua... bastante socorrida en casos como este de ignorancia, envidia exacerbada y falta de explicación fácil que no pase por el hecho de aceptar que alguién es mejor que uno mismo, encima se lo ha currado y probablemente haya tenido algún pequeño golpe de suerte.
El sencillo: "Ha hecho un pacto con el diablo"
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